LA TRISTEZA DEL INCA
LA TRISTEZA DEL INCA Este era un Inca triste, de soñadora frente, de ojos siempre dormidos y sonrisa de hiel, que recorrió su imperio, buscando inutilmente a una doncella hermosa y enamorada de él. Por distraer sus penas, el Inca dió en guerrero; puso a su tropa en marcha y el broquel requirió; fue sembrando despojos sobre cada sendero y las nieves mas altas con su sangre manchó. Tal, sus flechas cruzaron inviolables regiones, en que apenas los rios se atrevian a entrar; y tal fue, derramando sus heroicas legiones: de la selva a los andes de los andes al mar. Fue gastando las flechas que tenía en su aljaba, una vez y otra y otra, de región en región, porque cuando salía victorioso, lograba levantar la cabeza, pero no el corazón. Y cansado de tanto levantar la cabeza, celebró bailes magnos y banquetes sin fin, pero no logra nada disipar su tristeza, ni la sangre del choque, ni el licor del festín. Nada entraba en el fondo de s...